¡Hola! 
Soy Raiza Fuentes

¿Por qué sentimos que nada es suficiente?

En nuestra cultura occidental nos programaron para el "Hacer": gradúate, haz dinero, cásate, ten hijos y entonces serás feliz. Pero nadie nos enseñó a "Ser".

Vivimos sin herramientas de gestión emocional o mindfulness, corriendo una carrera interminable. Por eso, cuando llegan las crisis de pareja, el odio, la rabia y el miedo nos ciegan, porque no sabemos gestionar lo que sentimos.

Yo lo sé bien, porque viví exactamente ahí.

Del caos y la ruptura, a la consciencia

 Creía que el problema era él, hasta que descubrí que la guerra estaba dentro de mí.

Mi propia crisis de pareja comenzó cuando ya tenía dos hijos y vivía en unión libre. Mi motor principal era una creencia que me consumía: "Debo ser alguien en la vida".

Esta autoexigencia desató una lucha de poder totalmente inconsciente. Mi emoción raíz era la rabia; yo cargaba una profunda molestia con los hombres. En mi carrera por el "tener y lograr", creía que mi pareja no me apoyaba o no me ayudaba. Él podía estar, pero mi frustración era tan grande que no podía tomar ni ver lo que sí me daba. Ahora sé que él, al igual que yo, también vivía en su propia carrera por la vida.

Mi vida entera era caótica y me sentía bloqueada. La frustración me llevó a huir. No aguantaba las discusiones diarias que se resumían en: "Tú no me ayudas lo suficiente", "Nunca me entiendes". Yo creía, sinceramente, que mi pareja era el único culpable.

Me separé de la manera más arbitraria, quedando sola con dos niños y un negocio incipiente. Fue el inicio de mi nuevo camino: la terapia.

Me río al recordarlo, porque luego de tanto trabajo comencé a entender que él no era el único responsable. Descubrí que aún era tan inmadura que mi herida de rechazo e injusticia había dominado mi vida. Yo era esa niña necesitada de atención, producto de una familia con tantas carencias emocionales, donde mis padres aún estaban juntos, pero no eran felices.

Mi historia de raíz:

El dolor del rechazo, la comparación con mis compañeros, la hipercompetencia con mis nueve hermanos por el amor de mis padres y el cambio de roles familiar (mamá trabajaba, papá nos cuidaba). Ante lo que yo veía afuera, mi mente registraba: "Papá no me da dinero y mamá siempre está cansada." Todo esto era el combustible de mi ansiedad, mi estrés y mi desesperada necesidad de aprobación. Ahora entiendes por qué me dedico a ayudar a otras personas.

Luego de año y medio de profundo trabajo interno, regresé con el padre de mis hijos y decidimos casarnos. Por primera vez, conversamos de acuerdos conscientes en la relación. No todo ha sido color de rosa, pero muchas cosas mejoraron, porque al fin, la sanación había comenzado en mí.

Mi Metodología

No es solo "hablar del problema": Mi método integra Mindfulness + Sanación Profunda

Mi terapia no busca parches temporales. Vamos al origen del dolor que sabotea tu intimidad.

Este es el camino que recorreremos juntos:

Mis Valores Fundamentales

Mi Filosofía de Trabajo